La provincia de Ciudad Real es en sí misma el mejor ejemplo de la ecuación más difícil que tienen sobre la mesa los integrantes de la comisión de seguimiento del Pacto de Toledo para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Lo es porque es uno de los territorios deficitarios para la hucha de la Seguridad Social, una de las provincias que bebe para el sostenimiento de las pensiones del superávit en materia de cotizaciones que tienen otros territorios, y lo es también porque el envejecimiento de la población plantea el reto de no sólo asegurar la pervivencia del sistema de pensiones a corto plazo, sino la necesidad de amplificar su cobertura en el medio plazo. Y todo ello con unas cotizaciones sociales que avanzan de la mano de una mejora salarial que se discute punto por punto, y ligadas a un empleo fluctuante que depende demasiado de la temporalidad de las campañas agrícolas o del sector servicios. Y la ecuación, en el caso de la provincia, consiste en despejar la equis de un enunciado que dice que a día de hoy, la mitad de los municipios ciudadrealeños tiene más pensionistas que cotizantes, más gente que cobra una pensión del Estado que salarios que cotizan para sostenerlas.
Las cifras del Ministerio de Trabajo a las que ha tenido acceso La Tribuna no dejan lugar a dudas sobre la magnitud del reto que supone hacer sostenible el sistema de pensiones en la provincia de Ciudad Real. A 31 de julio, 56 de las 102 localidades con las que cuenta la provincia de Ciudad Real tienen menos cotizantes que pensionistas, tienen más habitantes cobrando una pensión que trabajadores dados de alta en la Seguridad Social y contribuyendo para sostenerlas. Ese hecho, que de por sí solo dibuja un escenario complicado, se oscurece aún más al levantar la vista sobre la frontera de la igualdad entre ambas cifras y contemplar que tan sólo siete municipios de los 56 restantes alcanzan la relación ‘deseada’ de tener dos cotizantes por cada uno de los pensionistas que sostienen. De los 102 municipios que hay en la provincia de Ciudad Real sólo Tomelloso, Bolaños de Calatrava, Herencia, Manzanares, Alcázar de San Juan, Poblete y Ciudad Real superan esa frontera, dos cotizantes por cada pensión. Y sólo la capital de la provincia tiene más de tres cotizantes por cada pensión que desembolsa el Ejecutivo para sus vecinos. Del resto, 49 municipios tienen al menos un cotizante por pensionista, y otros 56, la mitad de la provincia, cuenta entre sus vecinos con más pensionistas que trabajadores cotizando a la Seguridad Social.
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