El Tribunal considera probados los hechos por los que Miguel M.M. volvió a sentarse en un banquillo de acusados. Según la sentencia a la que ha tenido acceso La Tribuna, la Audiencia le condena a cuatro años de cárcel (se enfrentaba al doble) por un delito de incendio con el agravante de reincidencia y la eximente incompleta de intoxicación etílica.