Moncloa tiene «diagnósticos y respuestas» para la región

L.G.E.
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La vicepresidenta del Gobierno se reúne con Page para mostrarle que en Madrid son conscientes de los problemas de agua, infraestructuras, paro y despoblación

La agenda que programó Carmen Calvo esta mañana en Toledo estaba tan apretada que un acto fue retrasando el siguiente y así acabó acumulando una hora de demora cuando terminó la reunión con Emiliano García-Page en la sede de la Presidencia regional. «Quería hacer mi trabajo», se justificó la vicepresidenta del Gobierno de España, que aclaró en que no venía de visita protocolaria. De hecho, insistió en ver no solo a Page sino a los representantes de los agentes sociales en la región, como son el presidente de la patronal regional Cecam, Ángel Nicolás, y los secretarios generales de los sindicatos CCOO, Francisco de la Rosa, y UGT, Carlos Pedrosa. 

La también ministra de Presidencia dejó claro que venía con los deberes hechos. «Somos conscientes, en un diagnóstico que ya hemos podido hacer en estos poco más de cinco meses del Gobierno de España, de los problemas de Castilla-La Mancha», expuso. Y no obvió alguno de los más importantes. «Somos conscientes de los problemas del agua, de infraestructuras en la comunicación del eje Levante-Extremadura, de problemas de desempleo en algunos lugares y de despoblamiento y envejecimiento de la región en un territorio extenso», enumeró. 

Pero Calvo recalcó que no solo venía a conocer de primera mano cuáles son esos problemas. También prometió soluciones. «Yo vengo a compartir problemas y soluciones, a escuchar de primera mano algunas cuestiones para los que nosotros tenemos diagnósticos y respuestas», aseguró. De hecho, garantizó que algunas de esas respuestas van contenidas en forma de números en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019.  «En este momento los estamos acordando y nos gustaría tenerlos para gobernar de una manera más justa, en términos de justicia social, para todos y cada uno de los habitantes de esta comunidad autónoma», reivindicó.

Sin embargo, el panorama de los presupuestos no parece muy despejado, a tenor del volumen de apoyos de tantos partidos distintos que precisa el Gobierno de España. Calvo querría que salieran adelante unas cuentas que suponen un aumento de 6.000 millones para políticas públicas. «Si alguien no lo quiere ver y piensa que no le hace falta a España, tiene que mirárselo», dejó caer. Pero tampoco ocultó que ya trabajan con un plan B en caso de que Sánchez no tenga presupuestos propios. «Si ese escenario no es posible porque otros nos lo impidan,  estaremos en otros escenarios y podemos seguir gobernando tomando decisiones que alcancen la hoja de ruta de restituir una parte importante del destrozo del Estado del Bienestar», comentó.

«LA subida del smi no la va a impedir nadie». Calvo puso un ejemplo con el acuerdo incluido en esos presupuestos pactados con Podemos para subir el salario mínimo interprofesional. «La subida del SMI no se la va a impedir nadie a este Gobierno», manifestó justo unos minutos después de estar hablando con el presidente de la patronal regional, que ya ha manifestado públicamente su posición en contra de esta medida. Pero la vicepresidenta del Gobierno de España explica que «si España crece por encima de la media de la UE, tendrá que traducirse en la vida real de la gente, sobre todo en quien tiene los sueldos más precarios».

Un aspecto que subrayaron tanto Calvo como Page fue que ahora que el PSOE gobierna tanto en la región como en España hay más posibilidades de unir fuerzas que antes. «Castilla-La Mancha tiene una posibilidad inmensa de resolver muchos de sus principales problemas cuando dos gobiernos caminan juntos», recalcó la vicepresidenta. De hecho, le quiso agradecer de antemano a Page que diera un giro de 180 grados a las políticas de igualdad en Castilla-La Mancha «de quienes necesitan el Estado de Bienestar, las políticas de Sanidad, Educación o Dependencia». Lamentó que con Rajoy estas políticas «no tenían réplica, ni corresponsabilidad», pero le asegura a Page que ahora tiene «un interlocutor extraordinario» con el Gobierno de Sánchez y sus ministros.

El presidente de Castilla-La Mancha dijo que ya lo notó simplemente con el hecho de que le hayan recibido en Moncloa. «Estuve esperando más de tres años con el anterior presidente del Gobierno», apostilló. Page ratificó que la reunión de este mañana refuerza la interlocución con la Vicepresidencia sobre «los muchos asuntos muy concretos de infraestructuras, decisiones y problemáticas de la comunidad autónoma».