No se trata de ningún secuestro real, aclara el Cuerpo Nacional de Policía, "sino de una estafa telefónica que busca presionar a las víctimas mediante amenazas para que paguen un supuesto rescate antes de colgar el teléfono". Afortunadamente, en ninguno de los dos casos registrados hasta ahora en Valdepeñas se llegó a efectuar pago alguno.