Los primeros trabajos realizados por esta empresa especializada han consistido en una inspección visual de cada uno de los árboles, muchos de ellos centenarios, considerando que en torno a uno de cada diez corre riesgo de desprendimientos. Otros más se encuentran en situación delicada, si bien la posibilidad de que sufran caídas se ha visto minimizado tras las últimas podas.