Nacido en Ciudad Real, tras 57 años de trayectoria profesional, el miércoles recibirá el reconocimiento de Cecam como empresario destacado de la provincia de Ciudad Real. Su nombre está ligado al del Miami, primero bar (calle Palma), luego restaurante (ronda de Ciruela) y ahora gastrobar (avenida del Rey Santo).

La Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) le reconoce como uno de los empresarios más notables de la región, ¿qué significa para usted este reconocimiento?

Mucho, porque me han propuesto los empresarios. Para mí es un reconocimiento especial, porque no es un reconocimiento político. Estoy lleno de orgullo y lo estoy disfrutando muchísimo.

En el tiempo que lleva como empresario ¿cuánto ha cambiado el oficio?

Muchísimo. Esto no se parece en nada a los años 70 u 80. La hostelería está cada vez más diversificada y con gran cantidad de establecimientos. Es completamente distinta a la de hace unos años, ni mejor ni peor, simplemente distinto y las posibilidades empresariales son menores.

¿También ha cambiado el público?

Lógicamente, el público, las formas... todos. De hecho, nosotros estamos ahora en un sitio que ha sido el segundo más importante en mi carrera profesional -el primero fue el restaurante Miami-. A sugerencia de mi hijo pusimos el gastrobar, que es algo que ahora se da mucho, un bar que tenía comida pero no de una forma tan seria como puede ser el restaurante y más asequible para el cliente. Fue una idea estupenda, llevamos aquí casi ocho años y estamos muy contentos.

¿Qué recuerdo le dejó aquel restaurante, el Miami Park?

Para mí fueron los años más esplendorosos de mi carrera, en el sentido de que acudía a todas las citas gastronómicas del país. Yo tenía un ansia de depurar, de hacerlo más grande. Desde ahí asistí a todo, al crecimiento de la vida empresarial, siendo fundador de la Asociación de Hostelería en el año 1977. A partir de ahí se me conoce no solo en el ámbito del negocio, sino como persona participando en todos los foros empresariales. Siempre he sido muy activo y sigo muy activo todavía.

¿Cómo fue la experiencia de formar las primeras organizaciones empresariales?

Fue ilusionante para los que formábamos el grupo de salida. Cambiábamos de unos sindicatos verticales a asociaciones totalmente libres, tanto para los trabajadores como para los empresarios. Fue una lucha permanente hasta que logramos ponerlo en marcha visitando todos los pueblos y contando lo que estaba sucediendo. Fue un sacrificio hasta que se creó CEOE, la gran confederación.

¿Hacia dónde puede evolucionar la hostelería en los próximos años?

No va a ser demasiado diferente de lo que estamos viendo hoy en día. Está creciendo la comida rápida para la gente joven. Hay más pizzerías y similares que ya ocupan un lugar importantísimo. Nosotros seguimos como artesanos, elaboramos todo y eso tiene un mérito. Hay mucha gente que eso lo aprecia y hace correr nuestro nombre.