El Calvo Sotelo puertollano ya sabe lo que es ganar en Tercera División. El equipo industrial se ha quitado la presión y se ha impuesto al Atlético Ibañés en el Nuevo Cerrú. 

Cuesta jugar cuando se ocupa la última posición. La presión por ganar impide disfrutar sobre el terreno de juego, y el Calvo Sotelo Puertollano acusó en el inicio del choque la necesidad de puntos en un partido donde el Atlético Ibañés se mostraba más incisivo. 

Poco a poco los de Andrés Viñas se sacudieron la presión, los nervios, las dudas... se jugaba en el Nuevo Cerrú ante una afición siempre fiel.  Avisó Maikel con un disparo cruzado antes de la media hora de juego, pero fue Cristian el que inauguró el marcador en el minuto 35. El gol pasará a la historia industrial, ya que es el primero del Calvo Sotelo en el Nuevo Cerrú en Tercera División. 

Con el marcador favorable se llegaba al descanso en un partido donde el conjunto de Andrés Viñas fue de menos a más. 

La seguridad del resultado se notó en un conjunto industrial más cómodo sobre el terreno de juego. El equipo siguió buscando el área contraria, con Usero capitaneando en el centro del campo y abriendo el juego en busca de rápidas contras, pero los visitantes también tenían mucho peligro en sus botas, pero ante la aguerrida defensa sólo le quedaba el balón parado al Atlético Ibañés. Y cuando los albaceteños lo intentaban y lograban franquear el muro industrial aparecía Reguero. 

Y cuando apretaba el Atlético Ibañés lograba ampliar diferencias el Calvo Sotelo por medio de Usero para mayor tranquilidad industrial. El tanto del de Brazatortas, desde fuera del área para sellar el triunfo. 

Ya no hubo sufrimiento en el final del partido y los tres puntos, balsámicos, servían para escapar del farolillo rojo y de la zona de descenso, además de coger confianza para citas venideras. La próxima, en casa del CD Guadalajara.