La Comisión Local de Absentismo Escolar (CLAE) aprobó la memoria del curso 2016-2017 en Ciudad Real, en la que se indica que más de un millar de incidencias se han registrado como casos de absentismo por los centros escolares, con un 20% de casos considerados como graves, debido a la reincidencia. Se trata del primer curso completo en el que la CLAE ha estado en funcionamiento y que concluye, además de con las primeras cifras reales, con un sistema de control de las faltas que se pondrá en funcionamiento junto a los centros educativos durante este 2017-2018. Por etapas educativas, en Infantil se han registrado casos de absentismo en 11 de los 23 centros escolares, con 126 ausencias a lo largo de todo el curso escolar. De estas faltas existen 91 que se consideran leves, 25 moderadas y 10 graves. Mientras, en Primaria han sido 12 los centros que han comunicado un total de 290 incidencias de alumnado absentista (106, leves, 90 moderadas y 48 graves).Mientras, en Secundaria se han detectado casos en seis de los doce centros y que han comunicado a la CLAE 653 casos de absentismo. «Implica un incremento notable con respecto a etapas anteriores, teniendo en cuenta que la población escolarizada es inferior a la de la etapa de Primaria», se expone en la memoria, que distribuye las ausencias en 274 de intensidad leve; 242, moderada; y 137 grave. Segundo curso con 237 incidencias es donde más ausencias se producen en esta etapa, seguido de cuarto, con 152. «Este último dato es especialmente preocupante, porque suele ir acompañado o convertirse en abandono sin finalización real de la enseñanza obligatoria», se indica en el texto.De todos estos casos, la Comisión Local de Absentismo Escolar ha intervenido en 37 alumnos, procedentes de 25 familias: uno de Infantil, doce en Primaria y 24 en la ESO. Ante este tipo de absentismo se desarrolla una labor en fases y que comienza con la apertura de un expediente a la familia, informando del mismo y recordando «la obligatoriedad de la educación de los menores como un derecho de los mismos y una responsabilidad de ellos como tutores». Esta comunicación fue devuelta por ocho familias, inicialmente, pero se volvió a enviar a través de la Policía Local. Por último, salvo en siete casos por traslado familiar a otra localidad o reincorporación de los menores a las clases se dio traslado a la situación a la Fiscalía de Menores. Mientras, desde la CLAE se ha realizado una labor de mediación con acciones directas en función del menor. Así, por ejemplo, se ha mediado con una alumna de ESO a través de la Jefatura de Estudios del centro. El resultado final es que de los 37 casos, existen siete que cumplieron 16 años antes de finalizar el curso, sin solucionarse los problemas de absentismo, dos que cumplen esa edad en enero, tres traslados a otros localidad y tres reincorporaciones. Del resto, en la memoria se explica que «han continuado con un absentismo grave e incluso total (a veces buscando ser expulsados, especialmente en el caso de alumnos de Secundaria) y en algunos casos se han sumado en el último mes sus hermanos de Primaria. Por parte de la Fiscalía existen nueve casos de absentismo archivados y dos padres han sido denunciados. Conclusiones. Del primer curso queda constancia que el número de casos y su gravedad se incrementa a medida que se asciende en las etapas educativas, así como que la mayoría de casos se produce «en población de minorías étnicas» debido «al potencial riesgo de exclusión en el entorno familiar». También se señala que, más allá de los casos graves, las mayores incidencias se dan en octubre y en enero, en el primer mes debido a la escolarización tardía y en el segundo a las enfermedades.