Los restos de Leopoldo Nieto Cisneros, el único español que falleció en el terremoto de magnitud 7,1 grados que sacudió el pasado martes el centro y sur de México, serán expatriados para recibir sepultura en Alcázar de San Juan, donde el médico e investigador hundía sus raíces. «Sus dos hijos están agilizando los trámites para poder cumplir con la voluntad de su padre», manifestó ayer a este periódico el portavoz de la familia, Diego García-Baquero.