El equipo de Ángel García Cosín, que comenzó muy bien el encuentro con los goles de Quique Domínguez y Narváez, ofreció una imagen horrible tras el descanso, que le llevó a perder su primer compromiso como local de la temporada. Sin alma ni capacidad de reacción, el Yugo se fue disolviendo como un azucarillo, lo que aprovecharon los madrileños para llevarse los tres puntos.