En la noche del domingo, ya cuando el partido contra el Calvo Sotelo Puertollano entraba en su recta final, el veterano central de 40 años salía del banquillo y colocarse en la zaga del equipo local. Era el momento de su reaparición y el punto y final a sus meses más duros desde que es futbolista: «Tenía muchas ganas de volver a jugar». Todas sus reacciones, en la edición impresa de este martes.