«Sólo logramos 2 días y que el desahucio no fuera violento"

Pilar Muñoz
-

El desahuciado tenía un hermano discapacitado que pasaba los fines de semana con él y la juez consideró que no había vulnerabilidad porque residía en un centro los días laborables

Sólo consiguió una prórroga de dos días y que el desahucio no fuera violento, indica una letrada del Turno de Oficio que se encargó de la defensa de un hombre de unos 40 años sobre el que pesaba una orden de desahucio y la responsabilidad de tener a su cargo un hermano discapacitado, aunque sólo fuera a tiempo parcial, los fines de semana, porque el resto de los días estaba en un centro especial.

La letrada confiesa a La Tribuna que ha sido un caso «duro» por la situación en la que se encontraba la persona que iba a ser desalojada, ya no tanto por este hecho, sino por lo que suponía con respecto a su hermano. Lamenta no haber conocido esta circunstancia antes porque hubiera ejercido otra defensa.

Explica que el afectado vivía en Malagón, en una vivienda de alquiler que entraba dentro de un contrato de trabajo, es decir se le reconocía el derecho al alquiler. Pero el propietario y empleador rescindió el contrato e interpuso la demanda de desahucio.

 La letrada, que asistió al demandado por el Turno de Oficio, explica que se lo notificaron en cinco días para que se opusiera o no. Con el fin de que el desalojo no fuera traumático, aceptaron un acuerdo de conformidad.

Después, cuando supo que el hombre que iba a ser desahuciado tenía un hermano discapacitado trató de buscar otra alternativa. Fue entonces cuando habló con la juez de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ciudad Real para plantear una solución, la suspensión del decreto de lanzamiento.

Pero sólo consiguió ganar algo de tiempo, «dos días», apunta la letrada del Turno de Oficio.

La juez entendió que el desahucio no afectaba al discapacitado porque vivía en un centro durante los días laborables y sólo pasaba los fines de semana con el hermano, a quien tuvo que recoger una vecina tras el desalojo.

El informe estadístico del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es susceptible de varias lecturas, pero lo que sí revelan los datos es un descenso en los desahucios, tanto de viviendas hipotecadas como de alquiler.

En la provincia se ha registrado una disminución del 18,25%, al pasar de 778 en 2016 a 636 el año pasado. A lo largo del ejercicio próximo a finalizar todo apunta a un ligero descenso aunque aumentó un 4% en el primer trimestre. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ciudad Real es el que más lanzamientos practicó el año pasado: 80, tanto en ejecución hipotecaria como en arrendamientos.