Se extingue la primera vuelta de la competición con un duelo trascendental para el Viña Albali Valdepeñas, que se mide a domicilio al Naturpellet Segovia en busca de tres puntos vitales para la permanencia.  En el club se huye de dotar un carácter decisivo al choque, aunque sí se reconoce su importancia. Empatados a siete puntos y ocupando las últimas posiciones de la Liga, Segovia y Valdepeñas ponen sobre la pista del Pedro Delgado algo más que tres puntos, y más en unos días agitados en ambas entidades, desde el cambio de entrenador  en el conjunto vinatero a la dimisión de la junta directiva segoviana que se producía la semana pasada.

A entrenador nuevo, victoria segura. David Ramos cogía el miércoles las riendas del Viña Albali Valdepeñas tras la destitución de Leo Herrera y confía en debutar con buen pie haciendo bueno el tópico, y lo hará además con la novedad de Chino, pívot que también ha aterrizado esta semana proveniente de Osasuna. 

En sus escasas horas como entrenador, Ramos tiene muy claro que el «orden» es el camino a seguir, sobre todo primando «lo colectivo, que no haga cada uno la guerra por su cuenta». Además del apartado táctico, el madrileño también ha incidido en el aspecto psicológico, sobre todo porque «tenemos que apelar a que los chavales se den cuenta de que están capacitados para jugar en Primera División, que crean en sus posibilidades, que den su mejor versión. Tenemos que dar un paso adelante en mentalidad, coger confianza». Con la única duda de Thiago, Ramos apunta sobre el rival que es «un conjunto muy alegre, con gente joven y desparpajo».

el rival. El técnico del Segovia, Diego Gacimartín, ha señalado sobre el Valdepeñas que «ahora mismo es una incógnita por el cambio de entrenador.  Lo que teníamos trabajado, cambia; aunque hay que centrarse en lo que nosotros hagamos». El cierre Nico Rolón, que se ha sometido a una operación para solucionar sus problemas de menisco, es la única baja en las filas locales.