La investigación se inició al haberse producido varios robos con fuerza en establecimientos de Ciudad Real mediante el mismo procedimiento: lanzaban tapas de alcantarilla o sumidero sobre los ventanales o escaparates para acceder y apoderarse de dinero u otros efectos. Tras ser avisados por un testigo, la policía les detuvo "in fraganti cuando estaban robando en un bar.