Así, aseguran que rebajar este límite de 40.000 a 30.000 kilos por hectárea, además de ser una decisión "unilateral", puede resultar "una medida lesiva", por lo que se ha solicitado volver a establecer el límite en los 40.000 kilos. Asimismo se le ha trasladado el malestar del sector privado por la "situación de privilegio de la que gozan las cooperativas de la región".