Hace un mes, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, apuntó que cada tres días se suicida una persona en Castilla-La Mancha. Lo hizo durante la presentación en Toledo de la Estrategia para la Prevención del Suicidio, un documento en el que se lleva trabajando varios años y que se encuadra en la estrategia de Salud Mental desarrollada por la Junta de Comunidades. Para llegar a esa información, Fernández tiró de estadística y de los 135 suicidios que ocurrieron en el año 2016, según las cifras de defunciones por causa de muerte pero se podría decir lo mismo si se observa la estadística a largo plazo y se mira desde los años 80 a la actualidad, con unas 140 muertes por suicidio cada año. En estos datos destaca la provincia de Ciudad Real, donde se producen una de cada tres de estas muertes. De hecho, en el 1 por ciento de las defunciones de la provincia, la causa de muerte es el suicidio, algo que no ocurre en el resto de provincias.

El documento redactado por el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha va un paso más lejos y marca cuatro espacios sanitarios de la región como los lugares donde se producen buena parte de los suicidios: Ciudad Real, Mancha-Centro, Talavera y algunas zonas de Guadalajara. En el caso de la provincia son áreas definidas, marcadas en el este y el suroeste, según dicho documento, donde se realiza una traslación de los datos de defunciones a las zonas sanitarias de cara a la intervención en la estrategia del Gobierno regional.

En el documento se explica que la tasa media anual de mortalidad por suicidio en Castilla-La Mancha para el periodo 1991-2015 fue de 8,36 por 100.000 habitantes, siendo muy superior en varones, de 13,80 por 100.000, que en mujeres de 3,07 por 100.000. «Las áreas sanitarias de Mancha-Centro, Ciudad Real, Puertollano y Albacete presentaron una tasa ajustada media anual de mortalidad por suicidio superior a la de Castilla-La Mancha», se indica en el documento, con un 10,5 para el centro alcazareño, y superior a nueve tanto en la capital como en la ciudad industrial. El dato implica que en todas las áreas sanitarias de la provincia es mayor la posibilidad de morir por suicidio que en el resto de la región. Esta situación también se indica si se acota el periodo analizado a los años, 2011-2015.

análisis de situación. «Las estrategias para la prevención de suicidio parten de un análisis de situación contando con los datos disponibles», explicó la jefa del Área de Salud Mental del Sescam, Teresa Rodríguez. «Las fuentes oficiales son las facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística y el análisis del Servicio de Epidemiología, así como el Instituto de Medicina Legal», por lo que las estadísticas presentadas en el documento del Sescam están basadas «en estudios poblacionales y no proceden de datos asistenciales de la Gerencia ni de los centros de salud», dijo.

Rodríguez recordó que estos datos se incluyen en unas estrategias orientadas «a realizar análisis pormenorizados por parte de los profesionales» con el objetivo de que «ayuden a mejorar el conocimiento de los factores de riesgo», una de las líneas de actuación dentro de la estrategia de prevención presentada.