La ONCE destaca la seguridad de la Ley de Perros Guía

M. L
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El presidente del Consejo Territorial de la organización de ciegos afirma que facilitará el acceso de los animales a los diferentes servicios y conllevará campañas informativas

Querer acceder a un restaurante y encontrarse con dificultades o intentar usar un servicio público de transporte y que les echen el freno. Son algunas de las situaciones que se han encontrado en alguna ocasión personas ciegas usuarias de perros guía y a las que ahora pretende regular el proyecto de ley que fue aprobada este semana por el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha y que la ONCE confía en que servirá para aportar «seguridad jurídica» a los usuarios no sólo de perros guía, sino también de perros de asistencia utilizados por otros colectivos del ámbito de la discapacidad. Así lo puso de manifiesto a este diario el presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, José Martínez Martínez, quien comentó que si bien «en el 90% de los casos» no hay problemas, muchos usuarios sí han encontrado dificultades.

Hasta ahora habría una dispersión de leyes generalistas y de ahí que destaque que, aunque se trata de una «una ley sencilla, se abordan todos los temas que preocupan a los usuarios» y, además, explicó que para su elaboración se ha contado con la experiencia de otras comunidades autónomas que ya han desarrollado una norma específica de perros guía y, además, con aportaciones de usuarios del entorno de la discapacidad, de manera que ha sido un proceso «muy participado» y confía en que «pronto» lo «celebren como un avance» con su aprobación por unanimidad en las Cortes de Castilla-La Mancha, ya que señaló la «sensibilidad» de todo el arco parlamentario para abordar este nueva normativa autonómica.

El representante de la ONCE, que apunta al año que trabajo desarrollado en torno a esta ley, destaca que incluya un régimen sancionados, ya que, de otra forma, «desgraciadamente no se cumpliría». El proyecto contempla multas de hasta 10.000 euros por impedir el acceso o la permanencia de las personas usuarias con su perro de asistencia al entorno laboral o privar de forma intencionada a una persona de su perro.

Del mismo modo que explica que la nueva legislación incluye cuestiones como la regulación de los perros que se jubilan después de prestar una vida útil de servicio a sus dueños y que, sin embargo, en muchos casos los mantienen dentro de su entorno familiar.