"No me preocupan unas cuentas del PSOE, sí unas de Podemos"

I. B.
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El presidente de Fecir hace balance de sus cuatro años de mandato y de cuestiones de actualidad

Cumple cuatro años al frente de Fecir y optará a la reelección. ¿Qué balance hace del camino recorrido desde el año 2014?

Positivo e ilusionante. Han sido cuatro años de ilusión, de ver cómo la gente volvía a recuperar la confianza. Fue un reto importante porque había preocupación por lo que había pasado antes. Recuerdo conversaciones cuando se hablaba de la nueva CEOE. Han sido cuatro años de trabajo durísimo junto a un equipazo con el comité ejecutivo y los vicepresidentes, junto con Yolanda Torres y Maite Rodríguez, para recuperar la asociación de empresarios y empezar a trabajar con ellos y darles servicios. Nuestra gente lo estaba pasando francamente mal porque llegamos con la crisis, y les hemos dado ilusión, trabajo y servicios. Nos hemos convertido en la voz del empresariado de Ciudad Real, una voz alta y clara reconocida por todo el mundo.

¿Con qué momento se queda?

Con el acto de visita de los Reyes Magos aquí a Fecir. Fue un acto para recuperar la ilusión, y entre ellos estaba nuestro querido Paco, un exempleado de Fecir que falleció y que tenía una confianza ciega en nosotros. Fue muy emocionante porque era volver a dar visibilidad al empresariado a través de la ilusión de sus hijos.

¿Espera candidaturas alternativas?

En principio no. He hablado con todos los presidentes nuestros y de todos he recibido el apoyo.

¿Cuál es el reto para los próximos cuatro años?

Seguir creciendo. Crecer no sólo en asociados sino también en servicios. Estamos desarrollando nuestros servicios jurídico y económico, el de prevención de riesgos laborales. Tenemos que dar más servicios. Empezamos con 50.000 euros y ahora tenemos 700.000, pero están muy bien aprovechados. También queremos volver a nuestra sede. En junio de 2019 empezarán las obras si se siguen todos los plazos legales. Otro reto es incorporar a las territoriales y sectoriales que entendemos que deben estar dentro. Nos lo ha pedido Daimiel, Asecem... La provincia no puede tener una asociación local cada vez que uno lo quiera, pero las comarcales históricas que tenían hueco en CEOE deben tenerlo en Fecir. Y también seguir con nuestras reivindicaciones ante sindicatos y administraciones.

¿Qué sectoriales le gustaría añadir en el próximo mandato?

Hacer una de audiovisuales, de cine y de teatro. Se está gestando por parte de los empresarios. Tenemos mucha ilusión puesta en el comercio y en nuestra nueva sección de clínicas, así como en la entrada de AJE, porque creemos que debe haber aire nuevo, que se ilusionen y tengan cabida aquí y que traigan ideas nuevas.

¿Cuáles son las cifras actuales de Fecir después de cuatro años?

Tenemos unos 11.500 asociados, 19 sectoriales y cinco secciones, además de las territoriales, que tenemos a Tomelloso y a Fepu integradas. Hemos tenido la petición de Daimiel y Asecem y estamos en conversaciones con Feceval. Creo que es importante tener a todas las asociaciones que tienen un peso y una historia. Y llegar allí donde el empresariado quiera que estemos, bien a través de delegaciones, como la que vamos a abrir en Campo de Criptana, o bien a través de las territoriales que podamos tener integradas.

¿Ha alcanzado el peso que esperaba dentro de la patronal regional?

Desde el primer momento hemos sentido su apoyo. De hecho cuando aún no existía Fecir intentaron hacer las veces de representación. Somos una quinta parte de Cecam y tenemos unas circunstancias específicas porque nos entendemos muy bien con la Cámara de Comercio, que es una herramienta importantísima para el empresariado. Necesitamos el respeto de Cecam por las decisiones y las acciones de Fecir en la provincia como hemos tenido hasta ahora, pero en algunas cosas tenemos que recuperar el peso que teníamos. Somos la segunda provincia en número de asociados. Nos sentimos integrados en Cecam y ese peso nos lo estamos ganando a pulso por el volumen de las empresas y el número de asociados y sectoriales que tenemos.

¿Cuál es la fotografía fija del empresariado provincial en este 2018? ¿Cómo está?

Está preocupado. Con nubarrones en el horizonte. Si se nos dice que se nos va a subir el diésel, que van a aumentar las cotizaciones a los autónomos, que la economía se está ralentizando, que se está desinvirtiendo y generadores de puestos de trabajo tienen dudas… No me preocupan unos presupuestos del PSOE pero sí me preocupan mucho unos presupuestos de Podemos. La gente que no entiende lo que es la empresa y el libre mercado, que el 86 por ciento somos autónomos y pymes, que hay gente que lo sigue pasando mal… Cómo no podemos ahondar en las reformas que se han hecho y poner el riesgo todos los puestos de trabajo que ha traído la reforma laboral. Me preocupa que salga la idea del reparto de la riqueza sin que ni siquiera se haya generado la riqueza. El reparto de la riqueza son los acuerdos que tenemos en la negociación colectiva. No es desde la voracidad fiscal ni desde el aumento de las inspecciones desde donde se puede ayudar a la empresa.

¿Ve un exceso en las inspecciones?

Estamos seriamente preocupados con lo que pasa aquí en la provincia. No se puede llegar a un bar a la una de la tarde a hacer una inspección de trabajo. Se recauda mucho más si se afloja un poco esta voracidad de inspección, se deja que las empresas funcionen y se invierte y se amplía. Es una forma de recaudar en volumen y no en porcentaje. Cuando se aumenta la presión fiscal con los grandes no se piensa que a su alrededor hay muchas pequeñas empresas que están vinculadas a su actividad. Hay nubarrones, estamos seriamente preocupados.

Una pregunta que son dos. ¿Ve viables las medidas que recoge el acuerdo de presupuestos entre PSOE y Podemos? ¿Ve viables esos presupuestos?

La mayor parte de nuestros convenios colectivos tienen un salario mínimo muy por encima y es la negociación colectiva la forma de subir los salarios. Estos presupuestos no miran por incentivar la creación de puestos de trabajo, no por las empresas y los autónomos sino por el gasto, y cuando no tienes, no gastas. Y cuando te asustas, gastas menos, que es lo que está pasando. Estos presupuestos no los veo viables. Hay que seguir políticas como la de la Junta, ayudando a las empresas con planes como Adelante, no cargando más al diésel sino a través de leyes como la de energías alternativas. Ésa es la forma, la incentivación. Hablamos del mismo color político pero de dos formas distintas de afrontar la ayuda. Los presupuestos nacionales no me convencen.

Habla de negociación colectiva, ¿cuál es la relación entre patronal y sindicatos?

Me remito a las palabras del presidente de la Diputación: hay paz social. Reivindicamos nuestras posiciones pero somos un ejemplo para otras provincias. Los sindicatos tienen que presionar desde su posición y nosotros mantenernos firmes. Que hay enconamientos en ciertas mesas, como en la de Vitivinícolas, puede haberlos, pero cuando pasa hablo con los secretarios generales de los sindicatos y tratamos de llegar a acuerdos. Negociar es ceder todos un poco, y cuando vas a una mesa de negociación tienes que estar dispuesto a ceder. Cuando las cosas van bien es muy fácil, y cuando van peor son más complicadas, pero debemos saber todos que al final nos toca ceder en algo para llegar a un acuerdo. Sí es cierto que nos hemos molestado en algunos aspectos cuando nos han puesto como ejemplo de la peor negociación, y creo que ellos sabían que no era así.

¿Qué lección ha sacado el empresariado de la crisis?

Que no se puede gastar lo que no se tiene. Que somos más duros de lo que nos creemos, hemos hecho un máster en eso. Hemos visto que ha caído el 30 por ciento de nuestra gente sin tener culpa en la inmensa mayoría de los casos. Se perdió una oportunidad de oro de crear una nueva ley de segunda oportunidad en condiciones, y este gobierno tampoco se ha preocupado por eso. Necesitamos que esa gente que ha caído vuelva al mercado laboral.

Dos proyectos muy importantes sobre la mesa en la provincia. El primero, el aeropuerto, ¿qué le dice?

Muchísima prudencia, pero me vuelve a ilusionar. Me molesta que se vuelva a hablar alegremente de otros aeropuertos. El aeropuerto está aquí y hay que apoyarlo, y puede ayudar a una zona muy deprimida de la provincia de Ciudad Real. Si cae una zona, será un agujero negro que nos acabará llevando a todos. Es una oportunidad para reparación de aviones y tiene muchísimas oportunidades logísticas, pero necesitamos infraestructuras. Es que aquí no viene nada. Me ha alegrado mucho la inversión de Sepes porque Ciudad Real necesita terreno, y lo necesita ya, pero también nos hacen falta infraestructuras: la continuación de la A-43, el desdoblamiento por el norte, la autovía a Toledo… Hay que reivindicar lo que nos hace falta. Hay una falta flagrante de infraestructuras y nuestro sector logístico es muy importante.

¿Y la plataforma intermodal de Alcázar de San Juan?

La hemos apoyado por muchas razones. Es una idea estupenda, el Corredor Mediterráneo es una falacia, cuesta cinco veces más que el Corredor Central. Murcia ya ha dicho que no cuenten con su mercancía allí. El Central es muy importante, si alguien piensa que la mercancía no va a pasar por aquí y no va a seguir pasando por Madrid se equivoca. Por eso es muy importante el proyecto de Alcázar. Ningún centro logístico de este país va a funcionar sin la carretera y es una oportunidad que tenga ese nudo intermodal, y además puede generar unas sinergias importantísimas con el aeropuerto. Pero necesitamos que se invierta en infraestructuras, hacen falta inversiones para Ciudad Real y en el acuerdo de presupuestos del Estado no veo intención de hacer esas inversiones.