Tres son los aspectos fundamentales que centran la discordia entre lo dispuesto por el Gobierno regional y las peticiones de la Universidad de Castilla-La Mancha: la subvención nominativa, la partida destinada a proyectos de investigación y el articulado del proyecto de ley de presupuestos que incluye, este año sí, a la UCLM dentro de los mecanismos de control financiero del Gobierno regional