Las acusaciones se basan en la persistencia incriminatoria de la mujer, su relato de hechos ante el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real y en el informe pericial del equipo psicosocial del Instituto de Medicina Legal. De su lado, la defensa sostiene que no hay prueba de cargo suficiente para condenar a su cliente, que proclama su inocencia.