El Avant, un termómetro de la economía

M. Lillo
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La vinculación entre la creación de puestos de trabajo y el transporte refleja el crecimiento al alza de viajeros en los últimos meses

Al mismo tiempo que España descarrilaba por una crisis económica brutal, el transporte sufría una sangría en el número de viajeros. Esta interrelación quedó patente también en un medio de transporte con tecnología puntera como el tren de Alta Velocidad Española (AVE). «Lo que está claro es que el transporte es un indicador de la economía», afirmó a este diario José María Coronado, profesor titular de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Castilla- La Mancha.

Por esta razón, comentó que el crecimiento experimentado en los Avant en 2017 y en el primer semestre de este año parece estar vinculado con la mejoría que está experimentado la economía. «En un proyecto que está maduro, como es el Avant, en el que no hay cambios significativos en la oferta, ni hay competencia, y en el que lo que está cambiando es la demanda, la subida tiene que ver con la actividad económica». 

Esta tendencia no sólo afecta a los profesionales que se desplazan en el Avant por motivos laborales, sino también para quienes hacen un uso doméstico y se desplazan entre ciudades por otros motivos como el ocio o el turismo. Sin embargo, el perfil más común de usuarios de este servicio de media distancia entre Puertollano-Ciudad Real-Madrid es el de profesionales cualificados que aprovechan las oportunidades laborales que ofrece la capital de España. De este modo, con la puesta en marcha de la alta velocidad surgió la llamada figura de los commuter, que ha sido objeto de análisis por el grupo especializado de la Escuela de Caminos de Ciudad Real. 

«Cuanto mejor va la economía, más movimiento hay y más viajeros, y a peor economía, menor, siempre y cuando no haya un factor externo», apostilló Coronado. 

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