Han pasado casi dos meses desde que el 24 de septiembre Angela Merkel se impusiera por cuarta vez en las generales alemanas. Pero esta vez, una importante fuga de votos le dejó con un escaso margen de maniobra. Tras varios intentos por conformar un Gobierno, la noche del pasado domingo todas las opciones se desvanecieron y la conservadora admitió que las negociaciones habían saltado por los aires.