Ritmo sostenido de ventas para mantener precios altos

Ignacio Ballestero
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Los responsables de los consejos rectores auguran una campaña difícil por el volumen de la cosecha pero creen que es posible defenderla con garantías

El sector del vino parece abonado a un comportamiento cíclico que le aboca una y otra vez, cada cierto tiempo, a situaciones ya conocidas que debe desentrañar de nuevo. Con las bodegas y cooperativas molturando aún las últimas uvas de la vendimia de este año, que algunas zonas todavía no darán por cerrada hasta la semana que viene, planea sobre la campaña de ventas que ya se ha iniciado el perfil, que no la profundidad, de la sombra del año 2013, aquella sobreproducción en la que desembocó una campaña corta de cosecha (la 2012-2013)y con precios muy altos a lo largo de todo el año vitícola. Lo que siguió a ese éxito fue un año en el que hubo reuniones de urgencia, en el que el Ministerio de Agricultura reordenó la norma vinícola nacional y en el que, durante mucho tiempo, planeó una destilación obligatoria desempolvada de legislaciones anteriores pero obligada para las bodegas que querían retirar del mercado sus excedentes a fin de reflotar los precios. Ahora, acabada la mejor campaña vitícola en la historia del sector del vino de Ciudad Real en materia de exportaciones, las cooperativas se enfrentan a un ejercicio que, reconocen, será «difícil» pero en el que confían en defender precios elevados en el mercado.

«Será una campaña difícil por el volumen, pero también porque a principio de la vendimia tuvimos un grado muy justo», aseguró Félix Cano, presidente de la Cooperativa Jesús del Perdón de Manzanares, que no obstante confía en la capacidad del sector para defender los precios a la hora de vender, aunque «traerá algunas complicaciones a la hora de la venta». En esa percepción coincide Jesús Julián Casanova, presidente de El Progreso, de Villarrubia de los Ojos, que considera «fundamental» que el sector guarde la calma. «Si nos lo tomamos con tranquilidad creo que no tenemos por qué tener dificultades para comercializar el vino a unos precios dignos, pero el nerviosismo en el sector hace que estemos operando de una manera precipitada y a la baja. Eso hace que el mercado no se aguante».

En la llamada a la calma coincide, en parte, Rafael Torres, presidente de Virgen de las Viñas. «Nosotros vamos a seguir haciendo la misma política que hemos seguido siempre: hay que vender cuando hay que vender, cuando hay comprador. Vendemos en cualquier época del año», afirmó Torres, que admitió que «precipitarse y ponerse nervioso no debe hacerse nunca, hay que ir vendiendo conforme a lo que se tiene estudiado en los consejos rectores para cada época, un poco más o un poco menos en función de lo que suceda, pero de acuerdo a lo previsto».

Con esta visión coincidió el responsable de la cooperativa socuellamina Cristo de la Vega, Juan Carlos Fernández, que aseguró que será importante tener «templanza» para mantener la capacidad de vender con éxito la cosecha de este año, «por lo que será importante no ponerse nerviosos para no tirar los precios».