Tiene antecedentes por tráfico de drogas y estaba en situación irregular en España cuando fue detenido en Ciudad Real por un hecho de esta naturaleza. El 21 de diciembre de 2016 se había incoado un expediente para su expulsión del territorio nacional y unos meses antes, concretamente, en agosto, la Policía Nacional andaba tras él por fundadas sospechas del business que tenía montado.

Ayer ante el Tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial, este ciudadano dominicano que responde a las iniciales M. F. S. T. reconoció el delito que se le imputaba: tráfico de drogas, por el que se enfrentaba a una condena de cinco años de cárcel y multa de 3.970 euros. El reconocimiento expreso de los hechos propició un acuerdo de conformidad entre el fiscal y la defensa.

Un acuerdo muy beneficioso para el acusado por el que peleó su letrada María Isabel Galán Chacón, ya que la pena ha quedado reducida a 4 años y seis meses de prisión, eludibles con seis años de prohibición de residir en España. De este modo, se le librará de la cárcel.

El procesado fijó su residencia en Ciudad Real donde se dedicaba a la venta de drogas tanto en su casa como en locales de hostelería previo contacto con clientes vía  WhatsApp.

El 20 de diciembre de 2016 se decretó la entrada y registro en su vivienda donde agentes de la Policía Nacional hallaron droga (cocaína) destinada a su venta ilícita a terceros, así como dinero y efectos como una balanza, plásticos y otros enseres relacionados con tráfico de cocaína a pequeña escala. También se le incautó una libreta con anotaciones y tres teléfonos móviles.

No es la primera vez que el acusado se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Ciudad   Real para responder de un delito de tráfico de drogas. Magistrados de la Sección Primera le condenaron en 2012 a tres años de cárcel. Ayer, ante la misma sección admitió el delito que se le imputaba, por el que fue detenido en 2016 y debería haber sido enjuiciado en septiembre del año pasado, pero se tuvo que suspender.