Se llaman ‘culipardas’ y a simple vista parecen galletas, pero su textura se asemeja más a la de un bizcocho esponjoso. Son dulces, a base de productos de la tierra, sin conservantes ni colorantes y han salido de los fogones de los hermanos García Castro en su restaurante Mesón Octavio. En el lugar más próximo al Sol de la capital se empezó a cocinar hace cuatro meses una idea: dar con la receta de un dulce típico y propio para Ciudad Real, el dulce que identifique esta tierra.

«Las personas de fuera que vienen a nuestro restaurante nos preguntan dónde comprar aceite de la zona, vino o dulces típicos y en este último caso siempre recomendamos flores, barquillos o mantecados, pero realmente esos productos no nos identifican, se pueden comprar en cualquier sitio de la región», explica Belén García, jefa de sala del establecimiento con un Sol de la Guía Repsol, desde donde ella y sus hermanos llevan cuatro meses intentando buscar una receta que aúne la esencia de Ciudad Real para dar con un producto que sea «de esta tierra». 

De esta manera han nacido las ‘culipardas’, unas pastas que pasarán su primer filtro la próxima semana en Madrid Fusión. «El nombre no puede ser más de esta tierra, es el que tenía que ser, nosotros somos culipardos y en Madrid será la puesta de largo», comenta Belén. Previamente han tenido que hacer muchas pruebas, como enviarlas a Oviedo a ver cuántos días aguantan o tenerlas en cristal, porque es una pasta natural. 

Así se ha empezado a cocinar una tradición. Una apuesta de Mesón Octavio «por ayudar a que Ciudad Real se convierta en referente gastronómica gracias a su maravillosa despensa». 

Por lo pronto, las ‘culipardas’ sólo se pueden degustar en el restaurante de los García Castro, pero la idea es que lleguen a ser seña de la ciudad. «Para nosotros sería un orgullo que se convirtieran en el dulce típico de esta tierra, por eso después de Madrid Fusión nos sentaremos con el Ayuntamiento para ir dando pasos en esa dirección».