Afirma que se va con "una sensación agridulce; agria porque no entiendo que un partido que quiere la regeneración política y democrática prefiere que entre sus filas esté gente con poca implicación en sus cargos y también de una manera dulce porque me he quitado un peso muerto". Fernández Aránguez había pedido la dimisión de su propio compañero de C's, Francisco Fernández-Bravo, "por vago"