La alta tasa de vacunación aísla los casos de sarampión

Hilario L. Muñoz
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El director de Salud Pública señala que la región supera el porcentaje de vacunas recomendado por la OMS y solo hubo dos casos en 2017 y otros dos en este año

España aprobó en el año 2000 un plan contra el sarampión en España, con el objetivo de eliminar la circulación autóctona del virus en el para el año 2005. Una decisión que parece acertada si se observa el incremento de casos que se ha producido en Europa en este año, con más de 41.000 casos detectados de una de las enfermedades que puede causar la muerte en menores. Tras los datos se encuentra el movimiento antivacuna, la crisis en el Este de Europa y también un ciclo de la enfermedad que provoca picos cada ocho años aproximadamente.

Castilla-La Mancha se encuentra alejada, el momento de estos datos, y en concreto durante este 2018 son dos casos los detectados, los mismos que hubo el año pasado. Ambos fueron en Cuenca. Uno, «una joven de 19 años, que lo trajo importada de Ucrania, vino no vacunada y contagió a su hermana de 20 años sin vacunar» y el otro fue en una familia procedente de Rumania, expuso el director general de Salud Pública Manuel Tordera.

Se trata, por lo tanto, de casos aislados debido a «una buena cobertura de vacunación, por encima del 96 por ciento» cuando la Organización Mundial de la Salud señala el 95 por ciento como el dato para erradicar esta enfermedad. Tordera recuerda que no existen focos de antivacunas detectados en la provincia de Ciudad Real ni tampoco en Castilla-La Mancha. «Puede suceder que haya ciudadanos inmigrantes que cambian mucho de población y que pueden no estar vacunados o se dejan a medias» como aspectos que posibiliten la existencia de algún contagio, como los apuntados este año y el pasado, pero las altas tasas de vacunación aíslan la enfermedad al ámbito más cercano de los pacientes.  

En cuanto al aspecto cíclico de la enfermedad, Tordera indicó que hubo un rebrote en el año 2001, otro en 2009 y un último en 2017. «No se sabe por qué es un componente cíclico» como ocurre con la gripe. De todos modos señaló que existen poblaciones a las que es «difícil llegar», bien por la etnia o por la guerra como el caso de Ucrania.

Tras estos buenos datos, Tordera apuntó que se encuentran los equipos de atención primaria de la provincia cuya labor provoca el éxito de las campañas de vacunación a los 12 meses y a los 4 años. Las cifras señalan que hay que transmitir  «tranquilidad» a la población aunque «siempre puede haber un caso aislado». El director general apuntó que el plan de erradicación muestra su efectividad en la alta tasa de vacunación en la región, lo que permite prevenir a través de la promoción de la salud esta enfermedad.

El sarampión se puede considerar que está «olvidado» por la ausencia de casos en España, pero tras este olvido se encuentra la Consejería de Sanidad que trabaja en la vacunación de los menores y el análisis de las muestras de las personas afectadas. «No olvidamos las enfermedades, sino que tenemos la suerte de que no las padecemos e, incluso, cuando hay grupos que pueden venir con casos importados, al tener una vacunación tan alta, no se propaga», dijo Tordera. «Ese es el éxito de la salud pública al llegar a todas las personas», concluye.