Varios centenares de de bolañegos llenan la ermita para ser testigos de los preparativos que la hermandad realiza antes de que tenga lugar la tradicional procesión. A la espera de que el cielo confirmara si dará o no una tregua para que la patrona salga a encontrarse con sus fieles, Bolaños vivió otro de los momentos más emotivos de esta fiesta, el prendimiento de billetes en el manto.