Volver a casa siempre es especial para usted...

Volver a Puertollano para este tipo de acontecimientos siempre me gusta. El Basket Atlético Puertollano está organizando todo con mucho mimo y este trofeo que lleva mi nombre comienza a ser ya una tradición por estas fechas.

Este trofeo debe servir para promocionar la base del baloncesto en Puertollano...

Bueno, con sólo un partido, aunque sea de máximo nivel, no es suficiente. Yo apuesto más por el trabajo del día a día, luchar para que cada vez haya más niños que practiquen este deporte y que haya más afición.

¿Qué se va a encontrar la gente que vaya al pabellón?

En los dos equipos hay jugadores de altísimo nivel y ya sólo por eso merecería la pena ir al pabellón. Animo a la afición a que acuda. Primero porque la organización del partido se lo merece, ya que es gente que está empleando mucho tiempo de forma altruista para que todo salga bien. Y segundo porque es un partido de nivel ACB, con dos equipos que han jugado en Europa esta temporada y eso también es un aliciente lo suficientemente atractivo para que haya en el pabellón un ambiente a reventar.

¿Cómo están siendo sus primeras semanas al frente del Unicaja?

Yo ya conocía la casa. Es un club de altísimo nivel tanto por jugadores, organización, afición, estructura... Llevamos quince días de entrenamientos agotadores y hemos perdido los dos amistosos ante Estudiantes y Burgos. Estoy contento con la actitud de los jugadores, pero es cierto que hemos jugado peor de lo que estamos entrenando. De todas formas, aún queda tiempo para iniciar la Liga. 

¿Qué Unicaja le gustaría que se viese en Puertollano?

Si las lesiones nos respetan hasta ese día, quiero ver un equipo constante y con continuidad en los distintos aspectos del juego, aunque para nosotros sólo será el tercer amistoso de pretemporada.

¿Le fue difícil cambiar Gran Canaria por el Unicaja?

En Gran Canaria hemos completado dos magníficas temporadas, ganando, por ejemplo, la Supercopa y clasificándonos para la Euroliga, siendo semifinalistas de la Liga. Pensaba que ya sólo se podía empeorar y en este mundo tan profesional sólo eres recordado por lo último que has hecho. Además, en ese momento me surgió una oferta del Unicaja y no lo dudé.

¿Qué objetivos tiene para esta campaña?

El objetivo es tener una exigencia máxima. Estoy en un gran club, con un magnífico equipo y la exigencia debe ser máxima. Queremos volver a la Euroliga y para eso hay que quedar entre los cuatro primeros de la Liga, dejando atrás a algún equipo que este año juegue esa competición continental, o bien, otra forma de llegar es ganando la Eurocup, donde el equipo ya venció en la campaña 2016-17.

Una campaña más sigue en la élite y eso no es fácil para un entrenador...

Vivo tan apasionadamente el día a día que no me paro ni a pensarlo. Es verdad que han pasado ya 28 años desde que me fui de Puertollano para vivir del baloncesto. Para conseguirlo debes tener una alta dedicación, entregarte al cien por cien. Es un lujo poder vivir de esto, pero la exigencia es máxima y te implica estar a la última en todo tipo de conocimientos.