35 menores víctimas en el psicólogo

H.L.
-

El convenio firmado por el Colegio Oficial de Psicólogos con el Instituto de la Mujer refleja que en sus primeros seis meses de desarrollo se han realizado 232 atenciones a 35 menores

El Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha y el Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla-La Mancha mantienen un convenio que está dirigido a la atención de los menores víctimas de violencia de género. Se trata de un proyecto en el que niños de cuatro a 17 años pueden recibir asistencia psicológica gratuita ante casos de malos trato y que pueden ser atendidos de forma individualizada por un grupo de psicólogos distribuidos entre las cinco provincias. El convenio finalizó el pasado año con 146 menores atendidos en Castilla-La Mancha, 43 de ellos en la provincia de Ciudad Real y en febrero se firmó uno nuevo con mayor dotación, sobre todo en formación. En la provincia han sido 35 los menores atendidos desde el día 1 de febrero hasta el 31 de agosto, según los datos aportados por el Instituto de la Mujer y el Colegio de Psicólogos de Castilla-La Mancha, unas cifras que implican que de media un menor fue atendido cada semana, en el marco de este acuerdo entre ambas instituciones. Estos jóvenes ciudadrealeños han tenido un total de 232 citas con los psicólogos y se han distribuido en los puntos de intervención de Ciudad Real, Puertollano, Alcázar de San Juan y Valdepeñas, donde se encuentran las cuatro psicólogas que trabajan con ellos.«Este convenio tiene una serie de innovaciones y mejoras tanto en el número de horas que se firma con el colegio como a la hora de coordinarse con el instituto de la mujer», indicó la directora provincial del Instituto de la Mujer, Carmen Pimienta, quien considera clave que haya «un intercambio de datos y de informes para conocer mucho mejor la problemática de los menores». Además, a este proyecto se ha sumado una inversión en formación bianual para los profesionales que trabajen con los menores víctimas de violencia de género. En total, el acuerdo supone una inversión de 145.000 euros que supone aumentar la atención.Por otra parte, Pimienta expuso que en Ciudad Real existe un segundo proyecto de atención psicológica que se suma al del Colegio Oficial, ya que cuentan con un convenio con la Fundación Diagrama y que evita que exista lista de espera para esta atención.Además de esos menores atendidos existen otros cinco, que tras contar con la asistencia aprobada no pudieron iniciarla, ya que hubo rechazo por parte de los padres. «Es una lucha en la que tenemos que segur trabajando, porque es una batalla en la que los propios maltratadores niegan esa atención», indicó Pimienta, quien recordó que, en ocasiones, deben acudir a la Justicia para lograr la atenciónestrés y maltrato. El programa de asistencia psicológica a menores víctimas de violencia de género es un proyecto que fue aprobado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que lo financia en última instancia y que comenzó en el año 2013. «Consiste en la prestación de un tratamiento específico, especializado e individualizado, para lograr la completa recuperación de las y los menores que sufren trastornos por haber estado expuestos a la violencia de género.«Las derivaciones se hacen a través de los centros de la mujer», comentó el vocal del Colegio de Psicología de Castilla-La Mancha Pablo Nieva. Estos menores, cuando llegan al especialista, cuentan con una sintomatología «muy variada», aunque «lo más habitual es que haya un estrés postraumático por la exposición a la violencia». Este estrés se manifiesta de manera distinta por géneros, ya que, por ejemplo, los hombres suelen tener «trastornos de conducta, agresividad y violencia» mientras que las mujeres presentan «estados depresivos» fruto de esa violencia a la que han estado sometidos.Nieva recordó que es clave la relación con la figura paterna, al tener que encajar a una persona que ha ejercido violencia contra la madre y los propios menores, en ocasiones, pero que «cuida también, a veces». En este sentido, Nieva recordó que «un maltratador no va a dejar de ser un maltratador por un divorcio o una separación» y se pueden utilizar «estrategias para ejercer la violencia el poder y el control a través de los menores».