Tres años y dos meses después del accidente mortal ocurrido en la carretera que une Ciudad Real y Miguelturra se sienta en el banquillo el acusado de provocar el siniestro en el que murió un hombre que se dirigía al trabajo. El acusado se declara inocente. Niega saltarse un control de tráfico, apagar las luces, poner el coche al doble de la velocidad y causar el accidente mortal.