Las llamas subieron con rapidez por la estructura de madera y la original doña Sardina de este año ardió en un instante. En cierto modo, la 'pena' por el fin del Carnaval de Ciudad Real -relativo, muy relativo, cuando aún queda el Domingo de Piñata y sus vísperas- fue un poco mayor puesto que las llamas consumieron también la parrocha más original de cuantas han salido a la calle en Ciudad Real.