Una pequeña mesa auxiliar del Centro Cultural Antiguo Casino sostenía ante los espectadores los libros que contienen las Obras completas de Ángel Crespo, tres tomos repetidos diez veces, porque cada uno de estos ejemplares está destinado a una de las diez bibliotecas que integran el Servicio Municipal. Sobre el escenario, el escritor y poeta Antonio Piedra, presidente de la Fundación Jorge Guillén a quien acompaña la concejala de Educación y Bibliotecas, Nohemí Gómez Pimpollo.

En primera fila se encontraban los representantes de las instituciones y varios concejales del Ayuntamiento, por detrás de ellos los integrantes de los clubes de lectura formadas en las diferentes bibliotecas titularidad del Ayuntamiento, justo en la fecha en que se cumplen los 27 años desde su fallecimiento en Barcelona.

Tras la lectura de los discursos preparados para la ocasión, varios usuarios de las Bibliotecas Municipales subieron al escenario para recitar poemas del homenajeado.

Ángel Crespo se lee en su ciudad - Foto: Rueda Villaverde

Minutos antes del acto, Antonio Piedra mantuvo una charla con los medios de comunicación en el que reconoció que esta obra es la versión definitiva «de los poemas de Ángel Crespo», puesta que la edición se estaba preparando en los últimos años del poeta ciudadrealeño y se publicó a los pocos meses de su fallecimiento en 1995.

Piedra reconoció que acude con frecuencia a Ciudad Real, «a todos los actos que hay aquí», en los que se recuerde la figura de Ángel Crespo. De esta forma, señaló que en su primera visita «me trajo el propio Ángel a Ciudad Real», en una época en que ambos acababan de regresar del exilio.

El presidente de la Fundación Jorge Guillén, que es la depositaria de los manuscritos de Ángel Crespo, agradeció al Ayuntamiento de Ciudad Real el interés por recibir esta obra, puesto que así se soluciona la anomalía de que la obra completa de Ángel Crespo no estuviera disponible para su consulta en la ciudad que le vio nacer.

Ángel Crespo se lee en su ciudad - Foto: Rueda Villaverde

Piedra desveló que aún hay pendiente un cuarto tomo de estas obras completas, que se corresponden con sus otras muchas facetas, como traductor, ensayista y crítico de arte. Por su parte, Gómez-Pimpollo, celebró esta cesión a las bibliotecas municipales, «porque su palabra ya se queda con nosotros» al tiempo que agradeció a los trabajadores del Servicio Municipal de Bibliotecas «la preparación de un pequeño recital» con los participantes en los clubes de lectura, puesto que «no es habitual que trabajen con poesías».

La edil, expresó su deseo de que la ciudad muestre interés por conocer a un poeta que había quedado relegado y lo asuma como suyo. Sin embargo, introdujo un matiz que hizo relativo ese olvido, «para los poetas, para los escritores ese reconocimiento nunca llega tarde porque siempre están con nosotros».

En cuanto a la posibilidad de que el nombre del poeta sirva para identificar la antigua casa de Cultura de El Prado, Gómez Pimpollo optó por la cautela, y recordó que hace unos meses se colocó una placa en su recuerdo en el edificio que actualmente ocupa el solar de la casa donde nació, en la calle Ciruela.

Ángel Crespo se lee en su ciudad - Foto: Rueda Villaverde

Al mismo tiempo, apeló a la necesidad de recuperar la memoria de otros escritores de su generación, nacidos en diversas localidades de la provincia y que se llevaron pocos años entre sí. «Pero en Ciudad Real la figura es Ángel Crespo, que es también el símbolo de toda la riqueza artística que tenemos que no hemos apreciado lo suficiente, pero que nunca es tarde para poner en valor».

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Gómez-Pimpollo apuntó a dar a conocer la obra de Crespo entre los usuarios de las bibliotecas, de los que recordó, en su mayoría son «escolares y estudiantes».