Tras abandonar el BM Alarcos por motivos de estudios, al cursar unas prácticas en Liverpool (Inglaterra), el Caserío se puso en contacto con el jugador para ofrecerle la posibilidad de vestir de amarillo. Una "oportunidad de seguir jugando a balonmano y en mi ciudad" que no se pensó mucho Fernando Mohíno, que destacaba la suerte que tiene la capital de contar con dos equipos de nivel.