El peso de la construcción en la ecuación económica de la provincia ha caído en más de un 50 por ciento en sólo siete años, pasando de ser 1,41 millones del PIB provincial en 2007 a 631.000 euros en el año 2014, el último publicado por el INE. Durante la crisis, el ladrillo ha perdido a dos de cada tres empresas que se dedicaban al sector, pasando de las 4.166, a las 1.497, computadas en 2016.