"La vuelta del lince a Cabañeros es factible y está al caer"

A. Criado
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El director de Cabañeros asegura que el regreso del lince ibérico al parque "es factible y está al caer", al tiempo que subraya la apuesta por el turismo. "Tenemos que hacer ver a los ciudadanos que Cabañeros es mucho más que la berrea", enfatiza

Ángel Gómez Manzaneque, madrileño de 64 años, fue nombrado el pasado mes de octubre director del Parque Nacional de Cabañeros en sustitución de Carlos Rodríguez-Vigal, que regresó a su anterior puesto como director de la Finca Quintos de Mora. Licenciado en Ciencias Biológicas por la Universidad Autónoma de Madrid, asume este nuevo reto avalado por la experiencia profesional acumulada durante 15 años en este espacio protegido castellano-manchego, al que llegó en el año 2003.

¿Ha notado un cambio muy grande en su día a día?

La verdad es que sí. Antes salía mucho más al campo y ahora estoy más con el teléfono y el ordenador. La transición no ha sido muy complicada porque es un trabajo que conocía, ya que en estos 15 años he estado con todos los directores del parque. El trabajo de campo es lo que más echo de menos.

¿En qué ha cambiado Cabañeros desde su llegada en 2003?

Ha cambiado sobre todo la estructura arbórea, ya que en sitios donde antes había arbustos ahora hay árboles. El paso del tiempo ha contribuido al desarrollo de la vegetación. Y otro cambio importante ha sido el aumento de visitantes. Cabañeros venía arrastrando una leyenda negra cuando era parque natural: se ofrecía una visita gratuita diaria en un todoterreno y se apuntaba mucha gente, lo que provocaba que hubiera una lista de espera muy grande. Esto quedó en el aire, pero todo el mundo pensaba que era muy difícil venir, y romper esa dinámica ha sido complicada. Además, nos hemos abierto un poco más al conjunto de la sociedad a través de la publicación de un boletín, para que la gente vea lo que hacemos, y de los medios de comunicación.

El número de visitantes crece de forma ininterrumpida desde 2012. ¿A qué cree que se debe ese cambio de tendencia?

La presencia en los medios de comunicación ayuda mucha y también es muy importante trabajar para hacer ver a los visitantes potenciales que Cabañeros es mucho más que la berrea y que se puede visitar durante todo el año, aunque en verano hay que madrugar por el calor. Noviembre, por ejemplo, me parece un momento excepcional para visitar el parque. La mayoría de turistas procede de Castilla-La Mancha, Madrid y la Comunidad Valenciana y lo que tenemos que hacer es intentar llegar a otros puntos de España. Tenemos el lastre de que Cabañeros no tiene a su alrededor otros atractivos turísticos que los complementen y que sí tienen otros parques como Doñana, los canarios e incluso Las Tablas, que está muy cerca de Almagro.

El parque aumentó el número de rutas y abrió un centro de interpretación en Horcajo de los Montes. ¿Hay previstos nuevos proyectos para potenciar el turismo?

Queremos poner en marcha rutas complementarias desde los centros de visitantes, especialmente desde Horcajo de los Montes, para que el visitante se quede un día entero en la zona. Son rutas más pequeñas y algunas pasan por montes públicos, pero los ayuntamientos están por la labor de colaborar porque el beneficio es mutuo. Por lo demás, los presupuestos están como están y hay poco donde rascar.

¿Por qué se está dilatando tanto en el tiempo la aprobación del Plan Rector de Uso y Gestión? ¿En qué fase se encuentra ahora mismo el PRUG?

Está casi en su etapa final. El documento se presentó a la opinión pública y se recibieron una serie de alegaciones que estamos contestando en este momento. El PRUG presenta dos problemas fundamentales. Por un lado, el 45% de Cabañeros es propiedad privada y por ahí vendrá gran parte de las alegaciones para que los usos del parque queden perfectamente reflejados en el documento; y además, en 2020 quedará prohibida por ley la caza deportiva y comercial en los parques nacionales.

¿Cómo puede afectar esta medida desde el punto de vista turístico y económico?

Lo que yo tengo que hacer, como funcionario público, es cumplir la ley. Evidentemente tengo mis ideas sobre este asunto, pero son de Ángel Gómez, no del director de Cabañeros. Lo que está claro es que es un tema muy complejo y no sé qué solución le darán. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las fincas del parque tienen usos recreativos y cinegéticos.

¿Con la aprobación del PRUG se evitarán casos como los de la familia Aznar-Oriol?

La casa ya la tenían y pidieron una autorización para hacer obras, lo que ocurre es que el proyecto no se ajustó a lo solicitado. El PRUG ayudará a controlar estas situaciones, porque es un documento que te dice lo que sí y lo que no.

¿Estará aprobado en 2019?

No te puedo decir, pero ojalá cuanto antes, porque muchas de las respuestas que damos a las solicitudes están basadas en lo que el borrador del PRUG dice. Para el gestor es el libro de cabecera.

La Junta lleva tiempo solicitando la transferencia de las competencias de Cabañeros y Las Tablas. ¿Será beneficioso para el parque?

En principio no tendría que afectar ni positiva ni negativamente. Hay sintonía total entre las administraciones en materia de conservación, que se puso de manifiesto, al menos, en la reunión de la comisión mixta a la que asistí. En materia económica hay un decreto que marca el cálculo del presupuesto, basado en las cuentas de los últimos tres años, y ahí sí hay discrepancias, pero se llegará a un acuerdo.

¿Cuándo se producirá la transferencia?

Quedan flecos, como se dice con los fichajes en el mundo del fútbol. Ahora hay que ver si esos flecos se alargan más o menos. Próximamente dependeremos ya de la comunidad autónoma.

¿Es factible que Cabañeros pueda volver a acoger ejemplares de lince ibérico?

Es factible y está al caer, porque el núcleo donde se han centrado las sueltas en los Montes de Toledo está a 27 kilómetros del parque en línea recta, y hay linces que han llegado incluso a Barcelona y Oporto. Estamos expectantes esperando las fotos de linces en el parque. Tenemos controlados a los linces con transmisor, pero hay que tener en cuenta que los cachorros que van naciendo en libertad no lo llevan, por lo que puede que haya alguno ya y las cámaras aún no lo hayan detectado.

¿Qué medidas se están adoptando para favorecer la llegada del lince?

Estamos trabajando con el conejo, que es la presa fundamental del lince, pero no levanta cabeza con las enfermedades de los últimos años. El objetivo es que haya núcleos de alta densidad, porque es la única forma de que aguanten la embestida de la enfermedad y la superen. La ausencia de cultivos en el parque (antes sí había) también dificulta su proliferación. Con la llegada del lince se pondría orden en la cadena alimentaria y los conejos que hoy comen zorros, meloncillos y ginetas serían su sustento. Donde hay linces hay más conejos, porque apartan a los carnívoros intermedios de la zona y ya no dan abasto. Pero todo esto lleva su tiempo.

El buitre negro es el orgullo de Cabañeros...

Estamos muy orgullosos. Este año se han detectado 263 parejas en un seguimiento muy exhaustivo durante el periodo de cría, de febrero a agosto. Del total, han volado 183 pollos, que se tienen que repartir fuera del parque porque aquí la competencia es ya muy alta. Estamos viendo focos de dispersión del buitre por toda la Península Ibérica, llegando incluso a Francia y al Algarve, en Portugal. Es una de las mejores poblaciones del mundo de una especie que va desde Portugal hasta China.

El parque es también un referente del bosque mediterráneo. ¿Goza de buena salud fitosanitaria?

Hacemos un seguimiento y su salud es muy buena. Por ejemplo, la ‘seca’, que es una enfermedad que afecta sobre todo a la encina y el alcornoque, no va a más, y luego hay algunos puntos con escolítidos (escarabajos), pero la salud del bosque, en general, es muy buena. La especie a la que le dedicamos más atención es el quejigo, que tiene un nicho entre la encina y el alcornoque, pero le gusta más los suelos inundables, y estos vaivenes de lluvias no le van bien. Su regeneración es lo que más nos preocupa, porque con el cambio climático es la especie mediterránea que más se va a resentir.

¿Cómo han afectado los incendios al parque en los últimos años?

Afortunadamente, este año sólo hemos registrado cuatro incendios, en los que se han quemado 3,5 hectáreas de cereal, pero todo fuera del límite del parque. Desde el año 2010, que se produjo uno importante en la carretera de Horcajo y Retuerta, manifiestamente provocado, no hemos tenido incendios y tocamos madera para que siga así.