La Solana sigue inmersa en la celebración de su Semana de la Zarzuela, de Interés Turístico Nacional. Si el 12 de octubre tuvo lugar su inauguración oficial, ayer fue el turno de los más pequeños, quienes se subieron a las tablas del escenario del Teatro Tomás Barrera de la localidad como auténticos profesionales. Hoy lo volverán a hacer a las 20.00 horas. Más de 120 niños de entre tres y 12 años de seis colegios públicos de La Solana (Federico Romero, El Humilladero, Romero Peña, La Moheda, El Santo y Sagrado Corazón) llevan ensayando desde la pasada primavera. Todo está pensado al detalle para cosechar el éxito, y las ‘culpables’ de ello son las madres, las maestras y la pianista María Elisa Blanco, quienes trabajan codo con codo con los más pequeños para aficionarlos al género lírico español y que la zarzuela no se muera. La dedicación y el trabajo de las madres en estas jornadas es crucial, no sólo porque algunas de ellas son a su vez preparadoras, sino también por su empeño en los diseños de ropajes, vestidos y adornos, que convierten cada zarzuela infantil en única, y así durante 33 años. Una de ellas es Tirsa María Díaz-Malaguilla, la cual, junto a Carmen Arroyo, han preparado y vestido con trajes típicos vascos a una veintena de escolares del colegio El Humilladero para representar piezas de El Caserío, de Jesús Guridi. Y es que, «gracias al empeño y la paciencia de las madres y de la pianista María Elisa Blanco conseguimos que los escolares se aprendan las canciones de memoria, incluso para los que aún no saben ni leer ni escribir por su corta edad», comenta Díaz-Malaguilla. Joaqui Bueno, Mari López y Luisa López del Castillo son otras de las madres y preparadoras que se afanan en que todo salga bien. En esta ocasión, ellas han trabajado con los alumnos del colegio El Santo, respetando el texto original de la zarzuela La del Soto del Parral y vistiendo de manchegos a la antigua usanza a estos niños. Junto a ellas, María Jesús Naranjo, madre de una de las alumnas del colegio Romero Peña, quien minutos antes de la función resaltó a La Tribuna las horas de trabajo y la ilusión con la que mayores y pequeños han dedicado a este género en los últimos meses. «En junio ya sabemos la zarzuela y el diseño del vestuario en el que tenemos que trabajar. A partir de septiembre ensayamos todos los días, pues terminamos una edición y ya estamos pensado en la siguiente», afirma. (Más información en la edición impresa)