Numerosos asistentes han tenido que quedarse a las puertas de la la parroquia de María Auxiliadora para dar el último adiós al pequeño. Durante el oficio, el párroco, Pablo Labrado, ha subrayado el "sacrificio" de toda la familia y, especialmente, la "disponibilidad inconmensurable" de sus padres, que se han convertido en símbolo de "lucha contra la adversidad, amor y capacidad de sufrimiento".