"'Perdiendo el Norte' puso el listón muy alto"

JUANA SAMANES
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El protagonista de 'Perdiendo el Este' asegura que la secuela es mucho más divertida que la primera parte

"‘Perdiendo el Norte’ puso el listón muy alto"

La primera pasión del actor Julián López fue la música, por ello estudió magisterio en su Cuenca natal. Precisamente durante esa etapa conoció a los miembros del grupo Muchachada Nui y lo demás es historia o, mejor dicho, una carrera como cómico en cine, televisión y teatro que le han convertido en uno de los actores más queridos. Esta semana le podemos ver de protagonista en Perdiendo el Este, donde encarna a un licenciado en paro que pretende abrirse un hueco en el mundo universitario de China.

¿Qué le ha supuesto retomar de nuevo un personaje que ya había interpretado en la comedia Perdiendo el Norte, hace cuatro años?

Ha sido muy agradable. Por un lado porque en España no tenemos demasiada experiencia en secuelas y volver a interpretar el mismo personaje, y encontrarte con antiguos compañeros, es como volver a jugar de nuevo, como si fuéramos niños. Por otro lado, el taquillazo de Perdiendo el Norte te pone el listón muy alto. Creo que es más divertida que la primera película.

En ambas películas se da una visión de las dificultades que encuentran los emigrantes españoles cuando salen a trabajar al extranjero. Supongo que los guionistas han tenido muy presente este asunto

Si, por supuesto, Nacho G. Velilla y el resto de guionistas siempre han escrito sus historias fijándose en lo que ocurre a su alrededor. Porque entienden que el cine es la herramienta que ha contado lo que sucedía en ese momento en la sociedad, en la vida de los países, y aquí no podían dejar de hacerlo. Si en Perdiendo el Norte se hablaba de la situación de la gente joven que tiene que buscarse la vida fuera, aquí se insiste en ello pero también se centra en la comunidad china, que está creciendo mucho en nuestro país y de la que no sabemos casi nada. Por ello, opino que esta película tira de tópicos en el buen sentido porque una comedia siempre tiene que buscar que el público empatice y que piense «eso podría pasarme a mí». 

¿El cómico nace o se hace?

Mi sueño era ser músico, pero luego descubrí que funcionaba muy bien haciendo reír. Considero, por propia experiencia, que hay que tener algo dentro para ser cómico, tienes que sentir esa intuición de lo que es gracioso y tirar de ella. Pero tienes que pulir muchas cosas para convertirte en un buen cómico, todo se hace a fuego lento y también aprendes de otros. 

No obstante, creo que sus dos pasiones: la música y el humor nunca han ido unidas en su carrera

No lo he hecho nunca por imposición propia. Lo decidí en mi etapa del Conservatorio que no quería que se mezclaran ambas cosas. No querían que se contaminaran en el buen sentido. Llegado a este punto me encantaría participar en un musical, y tocar, cantar y bailar dependiendo de la escena.

La película se ha rodado en Hong Kong, Madrid y Pamplona. ¿Recuerda alguna anécdota especial en alguno de estos lugares?

Sobre todo de Pamplona, donde se rodó en las Fiestas de San Fermín en lugares como la Plaza del Ayuntamiento y esas imágenes se mezclaron con otras nuestras filmadas, en enero y febrero, donde lo pasamos bastante mal porque hacía mucho frío. Al terminar me quedó claro que no creo que corra nunca de verdad porque me impone mucho.