No había pasado un año del atentado en Lumbier, Navarra, cuando ETA le envío un paquete bomba a la vivienda de sus padres en Moral, creyendo que estaba allí recuperándose. El padre abrió el paquete y resultó herido grave. José Domìnguez cree que lo que tiene que hacer ETA es disolverse, entregar todo el arsenal, pedir perdón y colaborar para resolver 300 asesinatos pendientes.