Alfonso Cortina comenzó su carrera profesional en el Banco de Vizcaya en los años 60 y desde ahí fue ascendiendo en el mundo empresarial desempeñando múltiples cargos importantes hasta llegar a ser presidente de REPSOL, cargo que ostentó durante ocho años. Pero su verdadera pasión es el mundo del vino, al que se dedica actualmente desde su bodega, Villagarcía