Aún así, ha explicado que las precipitaciones no han paliado la sequía agraria debido a la forma que se han producido, con episodios de descarga repentina de agua como tormentas. Al ir seguidos de calor, el agua caída se perdía rápidamente por la evaporación. Los observatorios de Almagro y Ciudad Real marcaron sus máximas temperaturas, con 44,2 y 43,7 grados respectivamente, el pasado 13 de julio. Cuenca también logró un récord en este estío pero en lo que a precipitaciones se refiere, con 98 litros por metro cuadrado el 7 de julio. En cuanto al otoño, los modelos de predicción de la Aemet no han podido determinar si habrá más o menos calor o lluvias, aunque se avisa de que habrá episodios de altas temperaturas. La temporada otoñal arrancará el próximo viernes día 22 sin cambios relevantes en sus primeros días.