El escritor y coronel diplomado del Estado Mayor en la reserva Pedro Barrios reconoce que la geoestrategia se ha convertido en materia de interés público en los últimos años. «De una manera sorprendente, de repente ha habido un gran interés en ella por todo lo que está pasando en el mundo ha conseguido despertar la atención del ciudadano hacia todo este tipo de temas».

El militar, que el pasado verano ‘sonó’ para un alto cargo en La Moncloa, estará el jueves, a partir de las 20.00 horas, en salón del antiguo casino de la Ciudad Real para impartir la conferencia ‘¿Quién domina el mundo?’, comenta que  para el ciudadano es importante conocer los fundamentos con los que «se toman decisiones, a veces con intenciones de ingeniería social». Son técnicas y modos de actuar que si no se conocieran las personas pueden salir perjudicado.

El ponente detalló que frente a los argumentos más simplistas, que a veces pueden caer en la tentación de explicar determinadas postura de una potencia como fruto de un impulso repentino o un determinado rasgo de carácter extrapolado a una nación, «la geopolítica analiza los factores necesarios, partiendo de la base de que la acción política de un estado está orientada a sus intereses concretos».

Baños, además de colaborar con la televisión es autor de dos libros titulados, Así se domina el mundo y El dominio mundial. En su momento consideró estas publicaciones como una ocasión «de acercar a la ciudadanía una serie de conocimientos que tienen un interés informativo».

En el primer libro Baños expone cómo, para qué y con cuáles estrategias los poderosos intentaban, en dura pugna entre unos y otros, controlar a países y personas; mientras que en la obra más reciente orienta el debate hacia la plena democratización de la geoestrategia y detalla cuáles son los instrumentos que se emplean para lograr ese predominio planetario.

La fuerza militar, la capacidad económica, la diplomacia, los servicios de inteligencia, los recursos naturales, el conocimiento y la comunicación estratégica, entre otros, se muestran como las herramientas que utilizan las grandes potencias para imponer su voluntad y control; además de otros factores como la tecnología o el propio peso demográfico de cada nación.