Más delgado, con barba, el pelo rapado e identidad falsa -usaba el nombre de Rafael Rujano y decía ser de Maracaibo (Venezuela)-. Así se ocultaba de la Policía hasta ayer César Román, el empresario conocido como el Rey del cachopo, investigado como presunto autor de la muerte de su novia Heidi Paz Bulnes, cuyo torso apareció en agosto en una maleta de un local del distrito madrileño de Usera. 

Los agentes lograron detenerlo ayer en Zaragoza. Llevaba trabajando desde hace dos meses como cocinero en el restaurante Casa Gerardo, situado en el número 57 de la calle Italia, en el barrio de Delicias de la capital aragonesa, sin levantar sospechas, hasta que su dueña, Raquel, vio una imagen suya en un programa de televisión. «No puede ser, es mi cocinero» señaló sorprendida a los medios de comunicación tras el arresto del sospechoso y hasta ese momento empleado suyo.

Al reconocerlo, Raquel llamó a la Policía, siguió las instrucciones para que mantuviera la calma y esperó. Un agente entró en la cocina con la excusa de la devolución de un pedido pero no pudo identificar con precisión al sospechoso, por lo que finalmente entraron sus compañeros en bloque.

«Yo soy al que buscáis», aseguró a los policías justo antes de ser detenido como presunto autor del asesinato de Heidi Paz Bulmes, de 25 años y nacionalidad hondureña con quien mantenía una relación desde hace unos meses.