El protocolo a seguir ante la sospecha de un conductor bajo los efectos de las drogas será la detección salival, obteniendo en apenas 10 segundos, un resultado indiciario que detectará el tipo de droga consumido. Luego se elaborará una segunda muestra que será remitida al laboratorio para su investigación, cuyo resultado será comunicado a la Policía. La multa por un positivo es de 1.000 euros