Todo se mueve menos los aviones

Pilar Muñoz
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Orden 12 que quedó fuera del proceso de venta del aeropuerto constituye una nueva mercantil con sede en el aeródromo, mientras en Madrid se gesta una reunión con inversores venezolanos

El aeropuerto de Ciudad Real  no acaba de despegar. Aunque tiene adjudicatario (de forma provisional) desde hace 40 días, hay poco movimiento en la infraestructura, pero sí hay una importante actividad en despachos de Madrid donde algo se está cociendo y la situación podría dar un vuelco si no cuaja el plan de la adjudicataria.

Según ha podido saber La Tribuna, el próximo 6 de junio representantes de un grupo inversor venezolano se han citado en Madrid con un conocido abogado de Ciudad Real porque quieren comprar el aeropuerto de Ciudad Real. Están dispuestos a pagar a tocateja los 56,2 millones en caso de que   llegado el día (31 de agosto) la mercantil adjudicataria Ciudad Real International Airport no haya completado el pago del aval exigido después de que el pasado 15 de abril sí entregara 1.873.000 euros y pidiera al juez tiempo para poder  hacer efectivo el resto del aval. El titular del Juzgado de Instrucción número 4, Carmelo Ordóñez, les dio cuatro meses, plazo que vence el último día de agosto.

Probablemente para hacer frente a esta negociación, el Grupo Orden 12 ha modificado su sociedad. El Boletín Oficial del Registro Mercantil publicó la constitución del Grupo Orden CR 16 SL con un capital de 3.100 euros y el objeto social de desarrollar «actividades anexas» al transporte aéreo y de contabilidad, con sede en el aeropuerto de Ciudad Real.

El socio y administrador único de Orden CR 16 es José Luis Lara, que también era la cabeza visible de Orden 12 que el pasado abril se quedó fuera del proceso de compra porque le «engañó» la financiera, según sus propias palabras.

El concordato. El mismo día que el aeropuerto fue adjudicado de forma provisional a CR International Airport SL (15 de abril de 2016), el representante de esta mercantil, Rafael Gómez, celebró un almuerzo con Carlos Blanco, en  representación de Global 3 Aero de Teruel (la segunda sociedad que entró en el proceso de venta) y con  el propio Lara. Entonces se dijo que era una simple invitación a las dos mercantiles que llegaron con la adjudicataria al final del proceso. Pero todo apuntaba a una reunión de trabajo, para ultimar una alianza. En aquella cita, según las fuentes, se empezó a trabar un  concordato entre los tres.

El aeropuerto se vendió de forma provisional por 56,2 millones, el 5% del aval son 2.800.000 que dividido por tres son 936.666 euros.

Se da la circunstancia de que  el día de la vistilla en la que se adjudicó el aeródromo, se dejó un tercio pendiente de hacer efectivo. Se entregaron 1.873.333 euros, así que quedan por abonar 937.000 euros, cantidad que Orden 12 entonces y 16 ahora está dispuesta a pagar cumpliendo así el ofrecimiento hecho entonces.

Ahora, al parecer, han entrado en escena nuevos inversores y el adjudicatorio tiene que decidir qué ‘familia’ quiere para ese 33%  que se dejó el día de la vistilla, 15 de abril. Ya se han consumido cinco semanas en relación al plazo para hacer efectivo el 5% del aval y al final de este mes, el adjudicatario tiene que pagar los gastos mensuales, más de 82.000 euros, de mantenimiento del aeropuerto.