La primera mitad resultó muy equilibrada, en un partido en el que las defensas controlaron el ritmo del juego, lo que se reflejaba en el marcador tras la primera media hora de juego (8-9). El equipo de Ciudad Real, que se presentaba en El Panduro con la notable ausencia del argentino Martín Molina, tuvo en Julián Portero a su mejor hombre en ataque, firmando los dos últimos goles que ponían a los suyos por delante al descanso.En la segunda mitad los manchegos intentaron mantener un ritmo más alto y llevaron la delantera en el marcador. A falta de cinco minutos para el final dos goles de Jorge Maestre ponían al Alarcos muy cerca del triunfo (18-18), con posesión de balón, pero esa opción de sentenciar se esfumaba, dando vida a un Palma del Río que lograba la igualada a 18 goles y salía indemne de los últimos 24 segundos de posesión de los de Ciudad Real, que además pudieron preparar este último ataque con un tiempo muerto.