Esperanza de puntos y un puesto fijo

HIlario L. Muñoz
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Tras nueve años sin oposiciones, los exámenes de auxiliar de Enfermería reúnen a muchos repartidos entre los que buscaban plaza y quienes confiaban en puntuar para la bolsa

El año 2009 fue la última vez que Castilla-La Mancha tuvo oposiciones para el Sescam hasta este 2018. Han sido nueve años sin un examen en el que ayer estaban llamados a participar 13.488 aspirantes a una de las 716 plazas de auxiliar de Enfermería para toda Castilla-La Mancha. De ellos 2.499 fueron llamados en Ciudad Real, en tres espacios, el IES Juan de Ávila, el aulario general de la UCLM y la facultad de Letras. A las 10.20 se abrían las puertas de estos espacios y a las 11.33 sonaba el silbato en los tres edificios y en todos los de Castilla-La Mancha para que el reloj empezará a marcar los 90 minutos en los que debían responder 100 preguntas tipo test.

En ese momento fue cuando comenzó esta prueba en la que se puede decir que participaron dos tipos de opositores. Por una parte, quienes llevan meses o años de preparación, acudiendo a academias, utilizando descansos en el hospital y otros huecos en la agenda, con la confianza de obtener una de las plazas. De otra parte están quienes llevan años en bolsa, realizando sustituciones, y a los que el examen les vale para sumar puntos en su trabajo. Con un aprobado, 25 puntos, esta puntuación se une a los cursos, estudios y tiempo trabajado para aspirar a sustituciones, si se obtienen 30, 40 o los 50, el ‘10’, ocurre lo mismo. En caso de suspenso no pasa nada, ya que oposiciones y bolsa siguen caminos separados, a diferencia de lo que pasa en otras pruebas como las de Educación, por ejemplo.

«Yo no he estudiado de verdad porque hay pocas plazas y no merecía la pena dedicarse mucho tiempo», explicaba uno de estos opositores en la puerta del aulario general de la UCLM. Él se encuentra trabajando con una media jornada y llegaba al examen tras «haberse mirado un poco el temario y realizar algunos tests y poco más». «Creo que son pocas plazas y será un examen difícil» pero recuerda que «siempre hay contratos y vacantes en un hospital grande» como es el de Ciudad Real.

«Llevo preparándome cosa de un año o algo así», indicaba Patricia Fernández, que trabaja de auxiliar de Enfermería, por bolsa en Madrid. «Este examen implica para los opositores entrar en la bolsa del Sescam o conseguir un empleo fijo», expuso.