Dos hermanos mellizos, Alba y Mario Morales, de ocho años de edad, fueron los primeros en elegir instrumento para iniciar en las próximas semanas su formación en el Conservatorio Marcos Redondo, en primero de Enseñanza Elemental. Lo hicieron en el acto convocado por la nueva directiva del centro, en el que se repartieron 62 plazas, cuatro más de las inicialmente previstas.

Alba, primera de la lista, escogió violonchelo; Mario, que le secundaba, se decantó por la percusión. Dos instrumentos de los que no forman parte de la trilogía de los habituales favoritos en este tipo de actos, piano, guitarra y violín.

Ya la tercera alumna se decantó por el piano, que agotó las tres plazas disponibles en la sexta ocasión en que se leyó un nombre.

Sin embargo, la elección de Alba Morales es lógica, puesto que su padre, Ignacio, es profesor de violonchelo en el mismo centro y encabezó el quinteto de cuerda que hizo una de las demostraciones musicales minutos antes de que se procediera a la adjudicación de plazas. La pequeña señaló que no tuvo ninguna duda a la hora de elegir su instrumento, aunque durante un tiempo otros instrumentos como el violín o el piano, también entraron en sus cálculos.

Su hermano, por el contrario reconoce que le gustan muchos instrumentos y acostumbra a jugar con ellos en compañía de su hermana. Una idea en la que incidió su padre, quien comentó: «El día de la prueba de acceso, en junio, venían los dos muy tranquilos, venían a jugar con la música, no a jugársela», lo que a su juicio, junto con el hecho de que estuvieran en una escuela de música desde los tres años y que la música es algo constante en su casa, «siempre estamos tocando o cantando algo», les ha permitido desarrollar al máximo su capacidad.