El desplome de las cotizaciones augura una campaña de la cebolla "ruinosa" en la provincia. Con los precios actuales, de seis a ocho céntimos de euro por kilo, los agricultores no llegan a cubrir los costes de producción y podrían registrar pérdidas de 3.000 euros por hectárea. Productores valencianos ya han decidido destruir sus propias cosechas por la falta de rentabilidad.